Íbamos pasando por la calle de enfrente, nos paramos los tres a observar por horas, largas horas nuestra propia sombra en la pared, nos imaginamos todo tipo de cosas, hasta cada uno terminó poniéndole distintos nombres a cada una de sus sombras, al final hicimos competencia a ver cual de las tres se veía mejor.
viernes, 26 de octubre de 2007
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