1era imagen. Acuarela sobre soporte blanco. Grises y un acento con rojo.
Dos rostros. Sufriendo. Mucha oscuridad. Son unos siameses que no se soportan mutuamente. Uno gritando de manera desesperada, el segundo huyendo de su compañero obligatorio. Colores grises con el acento del rojo que resalta la boca, la cual es parte fundamental de su expresión.
Dos rostros. Sufriendo. Mucha oscuridad. Son unos siameses que no se soportan mutuamente. Uno gritando de manera desesperada, el segundo huyendo de su compañero obligatorio. Colores grises con el acento del rojo que resalta la boca, la cual es parte fundamental de su expresión.
2da imagen. Fotografía. Una imagen en distintos grises, blur. Lejos, estáticas, casi apoyadas a la pared. Una imagen muy confusa que no permite distinguir de qué material ni que textura tienen. Simplemente puestos allí, queriendo estar pero muy discretos como tapándose con el desenfoque.
3era imagen. Fotografía. Una imagen a color, que me recuerda a mi infancia. Un zoom de la muñeca. Maquillada, peinada, simplemente perfecta. Al ver su expresión, no se puede saber de ninguna manera que es lo que siente. La vida se la da cada quien a su manera. Es la representación completa de la belleza exterior, perfecta por fuera, ni siquiera con expresión de los sentimientos internos.
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